Es bien sabido, que los centros de trabajo, tienen como finalidad la productividad y maximizar la riqueza de los inversionistas, dueños y emprendedores. Esto anteriormente era sin importar el proceso por el cual pase cada uno de los asociados bajo su cargo. Pero siendo realistas y en pleno siglo XXI, mucho ha cambiado desde la epoca industrial a la era tecnológica.
Especialistas en Recursos Humanos (RR.HH.) y diversas personalidades en el ámbitos de los negocios han concluido que para poder ser una empresa competitiva en todos los niveles se tiene que tener una base sólida del capital humano necesario para poder responder a todas las necesidades de cualquier empresa.
Ahora bien, esto no ha sido solamente con la búsqueda e implementación de beneficios materiales de los asociados, o mejorar instalaciones de sus centros de trabajo; si no en como tratamos a nuestro personal a cargo, entendiendo que primero que trabajadores, son seres humanos con necesidades sociales, de igualdad y pertenencia.
Esto ya tiene algón tiempo que lo sabemos, pero… ¿Lo aplicamos? No.
Es por esto que los líderes de empresas, personal de capital humano y RR.HH. tiene la encomienda de mejorar las experiencias que tienen sus asociados para mejorar, entre otras cosas: la rotación, la retención, la productividad, la publicidad de boca en boca, etc.
Anteriormente, este tipo de prácticas eran respetadas, más no apoyadas como un asociado esperaria: salvaguardando su persona, seguridad social e incluso psicológica.
En la actualidad la STPS pone a dispocisión auditorias a todos los centros de trabajo para poder detectar empresas que no cumplan con estos criterios, por tanto, obliga a las entidades a alinearse a protocolos que protegen a los asociados. Pero no te confundas, tanto el patrón como el trabajador tienen responsabilidades que cumplir, y por tanto, sanciones si no se cumplen los requisitos mínimos.
¿Quieres que te asesoremos? ¡Contáctanos!